Mi Madre
16 de julio 1916 - 20 de octubre 2012
Mi madre, Zelma, cuyo nombre vino de una enfermera que asistió su nacimiento en casa, nació en una granja en Dexter, Michigan en 1916.
Como decía mi hermano Tim muchas veces, “ella no tenía ni ápice de maldad en su cuerpo”, pero ella sí podía ser dogmática y argumentativa.
El mayor deseo en su vida era ser madre. Tim, nuestra hermana Jennifer y yo estamos de acuerdo en que ella era una buena madre que siempre ponía el bienestar de nosotros antes de todo lo demás.
Nació en 1916!
Tomemos un momento para considerar todas las cosas que han ocurrido en su vida.
-La Primera y La Segunda Guerras Mundiales y todos los otros conflictos desde entonces.
-El uso común de automóviles, aviones, radio, televisión, teléfonos celulares y computadores.
-Poder y armas nucleares, trasplantes de órganos y tratamientos avanzados de cáncer y otras enfermedades graves.
Mi madre podía acordarse de cuando su casa recibió por primera vez electricidad, agua corriente y muy importante, un baño interior.
Actividades Físicas
En una autobiografía que ella terminó en 1993, contó como ella amaba participar en juegos cuando estaba en la escuela, en especial “tip” que, aparentemente, era una especie de sófbol sin bate.
Su interés en deportes y actividades físicas continuaron por toda de su vida.
Una de mis memorias más tempranos es cuando fui a un partido de sófbol en el cual ella jugaba y el uniforme que ella llevaba. Ella era la lanzadora. Mi madre siempre traía pelotas, guantes y bates a picnics familiares.
Ella seguía con actividades físicas, a menudo natación, entrando su 90, hasta que un dolor de espalda la obligó a abandonar muchas de ellas. Aunque ella continuaba haciendo sentadillas.
La Religión
La religión y las actividades de su iglesia siempre eran muy importante para mi madre. Como muchacha algunos de los eventos que ella anhelaba cada año para ella eran las celebraciones de pascua y navidad en la iglesia metodista de Dexter.
De interés en particular para ella era el trabajo de misioneros. Ella no solo los apoyaba con contribuciones, sino les ofrecía espacio en su casa cuando regresaba por una temporada de su lugar asignado.
A su regreso, ella los visitaba en sus sitios exóticos como China, Japón e India.
Ella creía mucho en la existencia de Jesús en su vida cotidiana y esperaba llegar al cielo en el más allá.
Mi madre también hacia comidas maravillosas para los días de fiesta como Acción de Gracias que todos esperaban con anticipación. Ella empezaba la preparación temprano para asegurarse de que todos los platos estarían listos a la vez.
Ella, quien rara vez bebía alcohol, entonces se sentaba y tomaba media copa de vino.
¡Zas! Cuando el efecto de ese poco de alcohol le pegaba, todo se desmoronaba rápidamente.
Al final, el resto de nosotros nos apresurábamos a poner la comida en la mesa y conseguir sus bendiciones.
Genealogía
Mi madre estaba muy interesada en la genealogía de los dos lados de nuestra familia.
Ella paso muchos años investigando las vidas de nuestros antepasados en lugares como Michigan y Kansas y que hacían ellos en eventos históricos como la Guerra Civil y la inmigración al oeste.
También, ella tomaba varios viajes a Irlanda e Inglaterra en la búsqueda de parientes vivos y muertos.
Ella encontró rastros de ramas de la familia hasta los 1700 y ha dejado un registro de todas sus investigaciones para sus descendentes.
Viajes
Desde sus primeros años como adulta, ella era una viajera ávida. Durante su juventud, antes y durante la Segunda Guerra Mundial, ella visitó los estados de Wyoming, California, Louisiana y Florida entre otros.
Después en Los Angeles ella trabajaba en una fábrica que construía aviones bombarderos para el ejército. Su trabajo era remachar inodoros en los aviones. Mi madre era una verdadera Rosie la remachadora. En otras locales ella solía trabajar como cosmetóloga.
Mas tarde mi hermano Timothy obtuvo trabajo como azafato con United Airlines. En esos días, las familias de los empleados de las aerolíneas podían volar casi gratis, si hubiera asientos disponibles en el avión. Es con ese privilegio cuando mis padres empezaron sus viajes en serio. Fueron por todo Europa, Sudáfrica, El Lejano Este y muchas partes de América Latina. Creo que ella había visitado más de 45 países.
De hecho, una vez cuando me jacté con mi madre que yo iba a ir con una amiga a las remotas cataratas de Iguazú, ella me contestó que ella “había ido allá hace 20 años con tu padre”.
Vida Casada
Mi madre y padre se conocieron en Florida en febrero de 1945 cuando él todavía estaba en el ejército, cerca del fin de La Segunda Guerra Mundial.
Mis padres, Florida, febrero 1945
Se casaron una semana después y yo nací 10 meses más tarde en California.
Criaron a su familia de tres hijos en el suburbio de Monterey Park y mi madre vivió allí hasta que mi padre se murió en 1990.
Poco después ella se mudó a San Diego para estar cerca de mi hermana Jennifer y muchos de sus amigos antiguos que se habían mudado allá previamente.
Lo siguiente es algo que escribí en la ocasión de su 90 cumpleaños.
Mi madre hace algunas cosas mejor que nadie más que he conocido.
La primera de estas es envolver regalos. Me acuerdo de que antes de Navidad, yo solía estar sentado con ella en el suelo del salón, rodeado de cajas, cintas coloridas, cintas adhesivas y papel, viéndola hacer lo suyo.
Mi momento favorito era cuando ella cortaba un trozo grande de papel con un movimiento largo con el sonido satisfaciente de szzzzzzzzzsh. He tratado muchas veces de igualar su habilidad para hacer eso, pero siempre me quedo corto.
Ella siempre parecía cortar el papel al tamaño correcto y envolverlo alrededor de las cajas a fin de que los extremos que se iban a pegar estuvieron afilados y limpios. Ella entonces terminaría con la cinta y el lazo.
Nada de estos lazos manufacturados con adhesivo para ella, sino el trabajo real, envuelto alrededor de la caja con un lazo grande encima.
Hoy, no me acuerdo de que contenía ninguna de esas cajas, solo como estaban envueltas con amor.
La próxima cosa seria la preparar postres. Nos sentamos a cenar cerca de las 6:00 cada noche y siempre había tartas o pasteles o algún otro postre para cumplir la comida.
Mis favoritos eran los éclairs de chocolate (inspirado por mi “Little Golden Book”; Pantalón) así como tartas batidas de natillas, chocolate y ciruelas pasas (las última nunca fue muy apreciadas por mis hermanos).
Supongo que es cosa buena que, en mi vida como adulto, no he encontrado nadie que iguala a mi madre en poder hacer postres.
La última seria su habilidad maravillosa de hacer y mantener amistades.
Ella todavía tiene amigos desde su niñez de Dexter, Michigan con quien ha estado en contacto por todos de estos años.
Francie Anson, a quien conocimos hace 60 años cuando yo era un niño y todos vivíamos en Basalone Homes, todavía es una amiga querida.
Los Lunsford y Evelyn Jones de nuestros días en Riggin Street en Monterey Park eran muy amigos hasta que ellos fallecieron.
Y nuestros vecinos de Ferdinand Street, a donde nos mudamos en 1953, Los Benitez, Gantz, Chevalier y muchos otros son todavía parte de su vida.
Ahora, desde que ella se mudó a San Diego en 1993, ella ha añadido a más gente de la iglesia y vecindario a su círculo.
Quizás, con mucho esfuerzo, muchos de nosotros pueden envolver un regalo u ocasionalmente preparar un postre que iguale a los de mi madre, pero pocos pueden verdaderamente tener tantas amistades gratificantes, durante tantos años, como puede ella.
Yo estoy orgulloso de mi madre.
Ella estuvo allí para mi primer aliento y yo estuve allí para su último.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario